miércoles, octubre 17, 2007

16 de octubre en la u... 7:15 am


Tiempo...angustia constante en mi vida
refugio de hombres solitarios
y de amantes de la oscuridad
en la madrugada

Tú que tienes mirada inquiestante
muestrame el mundo que te rodea
quizá de esa forma pueda estar más cerca de ti...
...solo observandote...

Tu que encuentras siempre palabras perfectas
para amar en silencio,
cuentame un cuento que dure eternidades
quizá de esa forma pueda estar más cerca de ti...
...solo escuchandote...

Tu que posees la magia del instante
esa con la que robas mi corazón momento a moento
enseñame a repetirte en mis sueños
y a encontrarte en 1000 memorias
para jamás perderte...

Dale razones a mi mente inquieta
que te busca y no te encuentra
te desea y no se sacia
- ni siquiera en tu carne -
sigue entre lamentos..pero andie la escucha

Una razón para vivir... o morir de amor en el instante
un aliento más para amarte...para respirarte
como siempre he querido... y tal vez como nunca he podido

...LUEGO...
El eco responde: NUNCA!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como se describe a lo largo de las historias e interminables mitos que callan nuestra necesidad de encontrar una justificación incesante a lo desconocido se vio enarbolar en nuestro mundo la imagen de la belleza perpetua donde con ella se reúnen sentimientos tan salvajes (Amor, compasión, belleza, odia, venganza, celos) que llevaron a incalculables hombres a morir por tal imagen, la cual no es otra que la Diosa Afrodita la cual logro ser apreciarse como la celestial de fiel equilibrio entre el amor de cuerpo y alma, como también aquella movida solo por el amor y culto al cuerpo, fue tanto su papel representado que se dieron diversas interpretaciones equivalentes como Ishtar en mesopotamia, Hathor en egipto, Venus en la romana. Situación hoy revivida con palabras acertadas y precisas que aportan gran juego de sentimientos para la cruel batalla del vivir, pero ondeante en su cúspide la esperanza de lograr un sueño cumplido y mañana que llegara.

Señores, aquí encontramos nuestro equivalente, la Afrodita colombiana, la cual fue llama JULIANA.

Cristian